Canal 10 no para de hacer movimientos en su programación. Alargar la duración de algunos programas, acortar la de otros, cambiarlos de horario o, sencillamente sacarlos de pantalla, es algo que ya se ha vuelto moneda corriente en los últimos meses para Saeta, sin ningún motivo aparente más que el rating. Y sí, es verdad que el rating es lo que vale en la televisión, pero hay que tener cierto criterio; no se trata de poner programas o levantarlos como si nada. Es como si todo el tiempo estuvieran haciendo experimentos al aire, un continuo vaivén de horarios en el que quien no esté atento no se entera que su programa favorito cambió de horario, o que dura más, o menos que antes, o incluso que desapareció de la televisión.
También es cierto que todos los canales han hecho esto mismo más de una vez, pero se trató casi siempre de pruebas de corto período, hasta que las grillas se acomodaron de manera conveniente. Y allí está el punto: el 10 no logra encontrar una programación conveniente pero tampoco tienen siquiera un poco de cautela. Tal vez esta desmesura de la que hablamos esté motivada por aquello que siempre dicen los periodistas deportivos cuando de fútbol se trata y un cuadro va perdiendo: “la desesperación evita que hagan una buena jugada”.
Muchas veces se habla de cuidar los productos, y esto es lo que no está haciendo el canal. Es posible que cuando un programa no funciona bien, lo mejor sea dejarlo en pantalla y esperar un tiempo. Uno de los casos más increíbles es el de Cuidado, loco suelto, que en apenas un mes tuvo tres horarios diferentes y, como si fuera poco, terminaron por levantarlo. A esto nos referimos cuando hablamos de no cuidar los productos, porque muchas veces por querer resguardar un programa ante su competencia, lo único que logran es hundirlo más.
Si queremos más ejemplos, recordemos entonces cómo era la tarde de hace tres semanas, que incluía al programa Supermatch y dos telenovelas que no lograron siquiera acercarse a sus competidores. De una semana a la otra, estos envíos fueron sustituidos por dos novelas y una serie que apenas han logrado levantar las mediciones. De los tres programas anteriores, el único que se mantiene en pantalla es el antiquísimo Supermatch, que fue movido al mediodía sin grandes réditos. Y podríamos seguir enumerando experimentos de este tipo.
Parece que va siendo hora de que alguien reaccione en Saeta, para que deje de parecerse a un laboratorio, y vuelva a verse como un gran canal de televisión.
Publicado por: Lo que deja la televisión
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